Presionemos a la Comunidad Internacional, las Naciones Unidas, la OEA, y todo organismo que tenga poder y recursos para que apoyen una intervención inmediata en Venezuela.
No podemos permanecer sumamente pasivos ante una situación de descontrol y de violación de derechos humanos a nuestro prójimo.
Ya es tiempo de decir algo y si todos juntos comenzamos a presionar para que los poderes, puedan liberar a esta hermosa nación de dictadores que a causa de sangre y muerte hacen sus fortunas y se sienten poderosos, porque hasta ahora no hay quien le diga: ¡Basta ya!
Unámonos en oración, en ideas, en apoyo continuo a estos hermanos y hermanas que sufren por un lado el abuso de sus autoridades y por otro lado el abandono de su prójimo, refiriéndome a las naciones y gobiernos vecinos y de todo el mundo.
¡HERMANOS VENEZOLANOS, ESTAMOS CON USTEDES!