lunes, 3 de diciembre de 2018

Los religiosos y el referéndum en Perú



Es una pena ver a muchos religiosos defendiendo la impunidad; dicen no a las reformas planteadas por el gobierno (SI, SI, SI, NO); haciéndose cómplices de jueces que rebajan penas o declaran inocentes a violadores de menores, haciéndose cómplices de jueces que liberan a asesinos por dinero, jueces con las manos manchadas de sangre, jueces que por dinero le niegan la justicia al pobre y le dan la razón al que tiene más plata. Eso no es justicia, eso Dios lo condena y un día darán cuenta por cada uno de sus actos.

Es una pena ver a muchos religiosos apoyando la reelección de políticos, haciéndose cómplices de aquellos que mintieron en sus hojas de vida y sus estudios; que falsifican informes de trabajo, editando fotos antiguas y haciéndolas aparecer como si fueran fotos de trabajo recientes; haciéndose cómplices de partidos políticos que tratan de justificar posibles ingresos fraudulentos con actividades (cócteles) aparentemente de legalidad; (si eran ingresos legales, ¿por qué tratar de esconderlos de esa manera?). Es una pena ver a tantas personas “correctas” defender a un “partido político” al que algunos de sus mismos miembros han tenido las agallas, la valentía y el coraje de reconocer sus faltas y a pesar de la vergüenza de ellos mismos y de sus familiares y de las consecuencias que esto les pueda traer, se han acogido a la colaboración eficaz para sacar a la luz esta podredumbre que infecta cada vez más, a más y más personas. Esta podredumbre que no tiene ojos, ni sentimientos y arrasa con los más pobres y que no le importa si mueren o viven, si se desangran o agonizan, porque solo les importa el poder y la plata.

Dice el dicho: “NO HAY PEOR CIEGO, QUE AQUEL QUE NO QUIERE VER”

Es una penar ver a muchos religiosos luchar a muerte por sus ídolos de barro; porque se resisten a verlos desaparecer y hasta parece que serían capaces de poner las manos al fuego por ellos. Es una pena ver tanta idolatría en aquellos que supuestamente tienen los ojos abiertos y ven más allá de lo que la gente común puede ver.

“LA JUSTICIA UN DÍA LES LLEGARÁ A TODOS: AL JUDÍO PRIMERAMENTE Y TAMBIÉN AL GRIEGO”