Es una pena ver a muchos religiosos defendiendo la impunidad;
dicen no a las reformas planteadas por el gobierno (SI, SI, SI, NO); haciéndose
cómplices de jueces que rebajan penas o declaran inocentes a violadores de
menores, haciéndose cómplices de jueces que liberan a asesinos por dinero, jueces
con las manos manchadas de sangre, jueces que por dinero le niegan la justicia
al pobre y le dan la razón al que tiene más plata. Eso no es justicia, eso Dios
lo condena y un día darán cuenta por cada uno de sus actos.
Es una pena ver a muchos religiosos apoyando la reelección de
políticos, haciéndose cómplices de aquellos que mintieron en sus hojas de vida
y sus estudios; que falsifican informes de trabajo, editando fotos antiguas y
haciéndolas aparecer como si fueran fotos de trabajo recientes; haciéndose
cómplices de partidos políticos que tratan de justificar posibles ingresos
fraudulentos con actividades (cócteles) aparentemente de legalidad; (si eran
ingresos legales, ¿por qué tratar de esconderlos de esa manera?). Es una pena
ver a tantas personas “correctas” defender a un “partido político” al que
algunos de sus mismos miembros han tenido las agallas, la valentía y el coraje
de reconocer sus faltas y a pesar de la vergüenza de ellos mismos y de sus
familiares y de las consecuencias que esto les pueda traer, se han acogido a la
colaboración eficaz para sacar a la luz esta podredumbre que infecta cada vez
más, a más y más personas. Esta podredumbre que no tiene ojos, ni sentimientos
y arrasa con los más pobres y que no le importa si mueren o viven, si se
desangran o agonizan, porque solo les importa el poder y la plata.
Dice el dicho: “NO HAY PEOR CIEGO, QUE AQUEL QUE NO QUIERE
VER”
Es una penar ver a muchos religiosos luchar a muerte por sus ídolos
de barro; porque se resisten a verlos desaparecer y hasta parece que serían
capaces de poner las manos al fuego por ellos. Es una pena ver tanta idolatría
en aquellos que supuestamente tienen los ojos abiertos y ven más allá de lo que
la gente común puede ver.
“LA
JUSTICIA UN DÍA LES LLEGARÁ A TODOS: AL JUDÍO PRIMERAMENTE Y TAMBIÉN AL GRIEGO”