[ACTUALIZACIÓN]
El número de muertes en China por el nuevo coronavirus
aumentó a 258, al confirmar las autoridades de la provincia Hubei, la más
afectada, 45 víctimas fatales en las últimas 24 horas.
En su balance diario, la comisión de salud de la provincia
confirmó que el contagio en Hubei continúa creciendo, con 1.347 nuevos casos.
Todo el país registra más de 10.000 infectados.
[NOTA ORIGINAL]
El brote de neumonía causada por un nuevo coronavirus ya ha
dejado al menos 212 muertos y un total de más de 8900 casos en China, la
mayoría de ellos en la provincia de Hubei, cuya capital, Wuhan, cumple una
semana cerrada tras la decisión de las autoridades para tratar de contener la
enfermedad. Hasta el momento, Hubei acumula el 60 % de los casos confirmados y
el 95 % de los decesos.
El gran aumento en el número de casos confirmados (casi el
cuádruple que a principios de semana) se debe, según expertos citados por la
prensa oficial, a la fuerte capacidad de transmisión entre humanos del virus y
también a que ahora se pueden llevar a cabo hasta diez veces más pruebas de la
enfermedad que al principio del brote porque no es necesario enviar las
muestras a Pekín.
Y, aunque no sea una muerte directa por el coronavirus, el
diario hongkonés South China Morning Post informaba también hoy del
fallecimiento de un joven de 17 años en una zona rural de Hubei que padecía una
discapacidad que le impedía alimentarse por sí mismo, y cuyo padre, que le
cuidaba, estaba hospitalizado con síntomas de esta neumonía vírica.
UNA SEMANA DE CUARENTENA EN WUHAN
En la madrugada del pasado día 23, las autoridades de Wuhan,
capital de la provincia centrooriental de Hubei y epicentro del brote, tomaron
la decisión de empezar a cerrar la ciudad, que cumple hoy una semana de esta
cuarentena 'de facto' en la que no se puede salir de la urbe, donde todo el
transporte público está suspendido.
Quedan unos 9 millones de personas en la ciudad. Uno de
ellos es Zhu, un joven de 30 años que trabaja para una empresa estatal en Wuhan
y que asegura tener "un poco de miedo" al tiempo que muestra
esperanza en que todo pase pronto gracias a los avances médicos y a que
"todo el país está luchando contra el brote".
En conversación con Efe a través de la popular aplicación de
mensajería WeChat, Zhu explica que compró comida para medio mes antes del
cierre de la ciudad, en la que se quedó voluntariamente pese a que tenía
billetes para volver a su Shaanxi natal, donde iba a celebrar el Año Nuevo
chino con su familia. "Tenía miedo de pasar por las estaciones de metro y
del tren, y por otros lugares concurridos, contagiarme del virus y preocuparme
por infectar a mi familia. Le di muchas vueltas, pero al final devolví mi
billete y me he quedado yo solo en Wuhan. Es la primera vez que paso el Año
Nuevo en otro lugar (lejos de su familia) en treinta años", explica.
No obstante, la tecnología ayuda: "Cada día hacemos una
videollamada para ver qué están haciendo. No es mucho peor que pasar el Año
Nuevo juntos. Entendieron mi decisión y me apoyan mucho", cuenta. Por
ahora, mientras continúa el bloqueo, Zhu asegura que su vida "no se ha
visto muy afectada". "Normalmente me gusta estar solo: estudiar,
cocinar, leer libros y jugar a videojuegos en línea con mis amigos. Lo único
que echo de menos es poder salir a correr".
FALTA DE SUMINISTROS SANITARIOS
Uno de los principales problemas a los que se enfrenta Hubei
es, tal y como reconoció su gobernador, Wang Xiaodong, la "grave
escasez" de suministros médicos para combatir al coronavirus.
Según un trabajador de un hospital de la ciudad de
Huanggang, de 7,5 millones de habitantes y también en cuarentena, citado por la
televisión estatal CGTN, algunos médicos se ven obligados a vestir chubasqueros
porque no hay suficientes trajes de protección ni mascarillas y es muy difícil
conseguirlas.
Las autoridades nacionales son conscientes de este problema,
como muestra el hecho de que el primer ministro, Li Keqiang, lo situase como
una de las prioridades en la lucha contra esta neumonía vírica. Ayer mismo, el
Ministerio de Industria y Tecnología de la Información indicó que la falta de
mascarillas se debe en parte a que el aumento de la demanda se ha producido en
un momento en el que China, que fabrica el 50 % del total mundial, está
produciendo 8 millones de unidades al día, mientras que fuera del período
vacacional la media es de unos 20 millones diarios.
Y no es por tacañería: el Ministerio de Finanzas anunció hoy
que, hasta ahora, se han destinado un total de 27.300 millones de yuanes (3.936
millones de dólares, 3.572 millones de euros) contra el virus.
¿CAMBIO EN LA NARRATIVA?
En los últimos días se ha visto un cambio en la narrativa
impulsada por los medios estatales en Twitter, la principal ventana de la
propaganda china al resto del mundo.
Mientras que las imágenes y vídeos de médicos completamente
superados por las maratonianas jornadas en los hospitales de Hubei antes se
limitaban a Weibo y WeChat (dos de las redes sociales más populares en China),
ahora rotativos como Global Times o el Diario del Pueblo los tuitean varias veces
al día con mensajes ensalzando el heroísmo de estos profesionales. Asimismo, el
diario China Daily informaba hoy de que los médicos que estén en contacto
cercano con pacientes infectados por el coronavirus recibirán una compensación
diaria de 300 yuanes (unos 39 euros, 43 dólares).
Otro giro sorprendente de los acontecimientos: a principios
de enero, la Policía de Wuhan detuvo a ocho personas por publicar
"rumores" sobre lo que entonces no era más que un brote de neumonía
cuyas causas eran desconocidas.
El Tribunal Supremo, nada menos, publicó recientemente un
artículo en el que aseguraba que si las autoridades locales se hubieran tomado
en serio esos rumores, quizá hubiera sido "una bendición" para el
estado actual de la lucha contra la neumonía vírica. En términos similares se
expresó el epidemiólogo jefe del Centro de Control y Prevención de
Enfermedades, Zeng Guang, quien aseguró: "Mirando atrás, deberíamos
elogiarlos mucho. Fueron sabios ante el brote".
Con información de EFE